Bajo
el oscilar de putrefactas sensaciones que se desbordan a través del vasto eco
del cosmos
En medio de los hedores vulgares provenientes de la nada
yace la luz que esconden los secretos de razón que nos abraza
Quien diría que nos asemejamos tanto a la desconocida vacuidad que nos llama
Un resonar en el espejismo de un cielo limitante que en su sublime calma nos
grita, nos despierta y nos levanta
Un colérico tifón que abunda en la mente de quien busca respuestas
inconcebibles para la lógica humana
Que lo incomprensible en el resonar de voces de sirenas en el espacio , se
manifiesta para perderse como elemento de una ilusión para la comprensión de
los mortales.
¿En qué debemos creer?
¿En que se basaría nuestra fé?
Cargar con la cruz de un peso que despica el alma, endulzar la miseria por
medio de las palabras
y sacrificar las ultimas lagrimas para entregarlas a una respuesta de esperanza
Será el camino en el que la voluntad se manifiesta en el más allá, para recibir
el silencio desgarrador en las mañanas, y un grito herido en las noches frías
al esperar con cualquier clase de respuesta aclamada.
¿Será entonces la divinidad que nos acompaña, una proyección abstracta
de nuestras suplicas en forma de alabanza?
Sencillamente el fruto de una mente colectiva acariciando el rezo de infinidad
de personas compartiendo el sepulcro de sus ideas, ofrendadas a una voluntad ajena
a la humanidad
¿O será así misma y autollamada ,verdad eterna al cual todos su tiempo dedican
sin cuestionar, ni pensar en retractar la forma en la que el universo conspira
o se revela ante sus almas?
El poder de creer trasciende con ímpetu la comprensión de los hombres, en el
fervor de la suplica, se anida la razón de vivir sin excusas
Sin respuestas cercanas más que la ceguera la cual a un nombre empalman, pero a
su vez puede ser la realidad más palpable que ante sus ojos entrañan
Cruzar el velo, entregarse a un proceso, divagar entre la consciencia y lo que
duerme aquí adentro
encontrarse a sí mismo, y en los ojos ver un ser divino
Renacer con otra fuerza, superar la materia y encontrar las respuestas
Cultivar un camino, existir para vivir más allá de lo incomprendido, aprender a
canalizar los objetivos
Hacerse voluntad y no perderse en los designios
Vitalidad sin eufemismos, control total de la carne y de los placeres ofrecidos
Concebir el ritmo, la oscilación y el credo adquirido
Subyacer en epifanías, romper los velos, no dar reversa por más que se tema a
lo incomprendido
Tener un coraje de acero, interpretar lo que no tiene respuesta
crear en la absoluta obsolencia, ser escultor de nuevas fuerzas y destrezas
Allí nacerá dios en las sombrías murallas de la necedad crepuscular de la mente
dormida
En el control del alma caótica, incorruptible, sagrada
En el origen, fuente iluminada
¿Pero ... siendo dios el reflejo de la humanidad misma, se asemeja al concepto
de bienestar o maldad en el corazón de quienes lo reciban?
¿Que refleja dios en ti ?
¿Que clase de dios se está formando en tu interior?
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