Existencia










 A veces faltan palabras para definir momentos de la existencia que nos borran como polvo en los letargos que se clavan en nuestro universo, los convertimos en sonidos muertos atándolos a la maldita necesidad de materializar lo incierto; Marcar huellas en un mundo que no nos necesita, hacer dinero, queremos movernos más rápido en un mundo que ya no nos puede empujar su briza; Contener la respiración hasta saber que cuando votemos el aire este se cristalizará en el tiempo y con cada brote de sudor que transpira nuestro cuerpo de lo más profundo de la tierra se haga un monumento.

 

Quisiéramos ser inmortales, hacer eternas las miradas que se incrustan en el firmamento, ser importantes saber que estamos viviendo, viendo para muchos y que en sus mentes seguimos prevaleciendo; ojalá bastara en pensar que nos piensan para no morir en los cajones de los recuerdos de algún ser que pretende empezar de nuevo, nuestro ego es tan grande que aun creemos que nuestro pedazo de miseria influye en las decisiones de este vasto mar de materia que transita ante nuestros ojos y ni hablar de la que no vemos; profanos ante un imparable caos que elimina la incesante marcha de cicatrices en el suelo por suelos nuevos, tierras nuevas, cuerpos nuevos.

 

No somos más que un efímero pensamiento que incorregiblemente transitará por algún momento, un lugar o un inadvertido acontecimiento, penetrados por una ansiedad por resaltar en una fosa destinada al olvido, cerrando las puertas para que sean abiertas por alguien que ocupe nuestros lugares más bellos, posiblemente siendo remplazados hasta por un simple consejo.

 

No somos lo que creemos, tampoco somos lo que vemos; somos lo que ven otros ojos, y seremos lo que otras bocas hablen al final de los tiempos; somos una palabra y como palabras terminamos muriendo, un segundo donde podremos seguir existiendo y entre otras mil frases nos vamos yendo. Somos una estrella entre miles y solo nuestro espíritu se hará tan grande como queramos serlo y así nos inmortalizaremos, bajo la vela de un lugar sombrío y si las brechas nos regalan ser marcados sobre la mente de algún individuo entonces nuestro nombre retumbará entre las paredes de un sueño infinito.

 

Y si entre la escoria somos escogidos para algo mas allá que ser la rama de un árbol gigante ¿tendríamos que creer en el destino? O tal vez el destino es una excusa para que pensemos que nuestra vida tiene sentido 

¿si somos un error por que seguimos cruzando las calles en la monotonía de nuestros días aburridos? ¿el propósito de venir a este mundo con la limitada búsqueda de evadir el sufrimiento es suficiente para pensar que es como debería vivir un ser digno?

 

A veces las respuestas a la crueldad de las puñaladas provocadas por nosotros mismos, son el motivo que termina narrando la historia de nuestras vidas, un párrafo en el libro de una obra de teatro con personajes secundarios donde nos desvanecemos en el siguiente capitulo.

Comentarios